18 marzo, 2012

Y así, un beso con sabor a piña.



Amanda abre los ojos lentamente.
¿Dónde está?
Es su habitación, reconoce las cortinas blancas.
Se destapa con cuidado, e intenta salir de la cama, pero pronto descubre que ni siquiera se puede poner en pie sin caerse.
La cabeza le duele tanto, que parece que tiene un martillo dentro del cerebro.
Ayer fue sábado, cierto. Poco a poco, va recordando cosas.
¿Tanto bebió anoche? No puede ser.
Recuerdos borrosos invaden su cabeza, cada vez con un poco de más nitidez.
Recuerda estar en el coche de Jake, con Alan y Miriam, él llevando una vaso de... ¿Malibú con piña colada?
Cierra los ojos, y fuerza su mente. Aparecen Miriam vomitando, y Jake metiéndola en el coche.
Y entonces se quedaron solos, Alan y ella.
Un te quiero inesperado que salió de su boca, y ese olor dulce, acompañado de un beso; un beso con sabor a piña.

1 comentario:

Nubes~