04 enero, 2012

31 de Diciembre.

Aquella noche, Cat sólo subió las persiana para ver ese espectáculo luminoso, de miles de colores que resplandecían en el oscuro cielo.
Algunas nubes grises se extendían por el fondo, y cada vez que escuchaba una gran explosión miraba hacia el cielo, atenta, para ver como aquellos trozitos de estrella se desvanecían, para volver a aparecer segundos después.
La habitación sólo tenía la tenue luz de aquellos fuegos como iluminación.
Lejos, al otro lado de la ciudad, los fuegos despedían miles de veces más el año 2011, para acoger el nuevo 2012 con alegría y colorido.
Ya no se escuchaban coches, motos, o gente hablando fuera de la calle, pero cat seguía despierta, preocupada.
Ella sólo esperaba una llamada, de una sóla persona, muy lejos de allí.
Sabía que su mundo se acabaría si no la recibía...
¿Pero sabéis qué?
Que la recibió, y aquella noche dos personas fueron las más felices de todas sus vidas.

3 comentarios:

  1. Que linda la entrada ¡Te doy cuatro tarrones de azúcar y un hielo colorido como el arcoiris de premio! Vale, no *Sonriiisa*
    Me gustó tu forma de despedir el año.

    Un abrazo Blue, espero que las estrellas te acojan bien este 2012:)

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  2. Gracias granita mía! Espero que tu lo acojas también muy bien, ya sabes!
    Me encantaría estar en el gremio de magos contigo! *risita*

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  3. Buena forma de empezar el año bloguero!

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Nubes~