27 noviembre, 2012

Soñando entre materia y agujeros negros.

-¿Sabes de qué están hechas las estrellas?-Preguntó Alexei.
No pensé en nada, y a la vez pensé en todo, mientras miraba hacia el cielo, cubierto de puntos brillantes.
Abrió su chaqueta y sacó una pequeña bolsita de cuero negro.
Esparció un poco del polvo que había en su interior a su mano.
-Esto. Esta es la llamada "materia de los sueños". He pasado la vida estudiando la distribución en la Vía Láctea, la cinemática, la luminosidad... Y aún a día de hoy no las he tocado. Ni una sola vez.
Alexei extendió su brazo, como si de verdad se hubiera convencido de que podía tocar esa mezcla casi mágica.
Se le escapó una lágrima desde su corazon de metal.
-Comandante, yo...-Rompí aquel silencio intentando hacerlo más ameno.
-¿Subimos a la nave? Es hora de volver a base. Seguro que Mikhalei se está preocupando por ti.
-¿Mikhalei? Él está muy ocupado con sus cuerpos celestes y sus cápsulas criónicas. Evade al mundo, y el mundo le evade a él.
Alexei rió por unos momentos, y, mientras se secaba las lágrimas con la mano izquierda, me tendió la derecha para ayudarme a levantarme.
Me partía el alma verle así.
Y más cuando siempre decía que los hombres no lloraban.
Subí la cabeza, y pude ver unas letras inscritas en la nave. Ursa Major.
Esa era la forma de volver a casa, si es que se podía llamar de esa forma.
Se podía decir que no era casa de nadie, pero también era casa de todos.
Sólo sé que nosotros éramos quien llevábamos el control de esa área de la galaxia. No sé cómo todo acabó así, pero sé que estoy muy, muy lejos de mi verdadero hogar.
Antes de entrar, Alexei se giró hacia mí. "¿Conoces la constelación de Perseo?" me preguntó.
Hice gesto de negación con la cabeza, y prosiguió. "Perseo está situada entre Casiopea y Auriga, por lo que es muy fácil de localizar. Perseo era hijo de Zeus y de Dánae. La hazaña más meritoria fue la muerte de la medusa Gorgona. Ésta tenía una mirada tan temible que convertía en piedra a quien miraba."
Señaló al cielo, detrás de mí, y me giré. Pude contemplarla, y os aseguro de que era preciosa, un lujo para no pestañear, para quedarse perpleja.
Unos minutos después, ya estábamos embarcados en nuestro viaje de vuelta.
Mientras observaba a través de la vitrina el exterior, me vi envuelta en pensamientos.
Alexei. Él era joven, pero tenía una inteligencia que asustaba. Supongo, que era eso lo que más me atraía de él.
O quizás no.

6 comentarios:

  1. Buenas (:
    Me gusta mucho la entrada, tiene un toque muy personal, como muchas de tus entradas.
    Abrazos ^^

    ResponderEliminar
  2. he leído todo tipo de entradas, siempre tienen un vinculo con el amor o el desamor,supongo que es la fuente de toda creación pero al leer tu entrada, me he quedado pensativa.Es la primera vez que leo algo que me gusta tanto y que me recuerda a una serie que veía con mi mejor amigo.Me has hecho sonreír como no lo hacia en tiempo, espero poder leer la continuación.
    un saludo :)

    ResponderEliminar
  3. ¡Hola!
    Un texto precioso, como siempre. No hace falta que diga que escribes genial, supongo que ya lo sabes. ¡Sigue así! Espero que publiques pronto.
    Besos cielo.

    PD: Espero verte por mis blogs. ;)
    Sollozos En Mitad Del Bosque
    Pensamientos De Adolescencia ∞

    ResponderEliminar
  4. Muy buena entrada :)

    www.vamosafumarnos-la-ciudad.blogspot.com

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  6. Simplemente perfecto;), hay una cosilla que querría preguntarte, te sigo en twiter, podría enviarte un privado???
    Pásate por lossegundosdeunrelojmarchito.blogspot.com por fis

    ResponderEliminar

Nubes~